Si algo puede volver a aglutinar a distintos sectores para crear un horizonte compartido, no es una bandera ideológica, sino una sensación: la de que el país volvió a funcionar.
Si algo puede volver a aglutinar a distintos sectores para crear un horizonte compartido, no es una bandera ideológica, sino una sensación: la de que el país volvió a funcionar.