- El crimen del primer ministro fue cometido por un israelí de extrema derecha: estremeció al país y erosionó la idea -extendida en los 90- de que la paz era posible.
 - Hoy el gobierno está en manos de uno de sus mayores rivales en vida, Benjamín Netanyahu, quien apoya uso de la fuerza contra cualquier país vecino.
 
                